domingo, 21 de mayo de 2017

68. SOBRE EL FUTURO: ¿HUMANISMO O ECONOMÍA?

Hace cinco años, el argentino Camilo Franco planteó que "si los profesionales de la Bibliotecología no encuentran pronto la manera de abocarse a reflexionar muy seriamente [y fuera de las instituciones que los cobijan] sobre el futuro ético y político de su profesión... deberán --en un nivel comunitario no menos que en uno individual-- abrazarse con todo el fervor que su situación exige a aquella frase de Gottfried Benn...: Ser tonto y tener trabajo, he ahí la felicidad".
Su preocupación es resultado de la lectura que hizo de un ensayo del filósofo alemán Peter Sloterdijk, quien en 1999 echó por tierra el principio humanista de que la lectura adecuada amansa y mejora a los hombres.
Extrañado, Franco considera que los bibliotecarios no reaccionan ante la afirmación de Sloterdijk por:
  1. Encontrarse demasiado ocupados intentando obtener un pleno reconocimiento dentro de la comunidad científica, o 
  2. Considerar irrelevante la discusión de un texto proveniente de la Filosofía, o
  3. Encontrarse perplejos ante las Tecnologías de la Información y de las Telecomunicaciones, o
  4. La existencia de tabúes o auto-exclusiones discursivas que son consecuencia de conducirse en entramados de temores materiales y/o espirituales, incluida la cuestión de la supervivencia, en un entorno laboral y/o académico, o sea, en un entorno político, o
  5. Una candidez impostada (máscara de ingenuidad) de los bibliotecarios, que les lleva a cerrar los ojos solamente.
La causa de invalidez paulatina de este principio humanista es porque nos encontramos en tiempos de una reorganización del mundo a partir de otros principios no humanistas, sino prescritos por la Economía. De esta manera, la lectura se define a partir de una tipología establecida por la OCDE y se mide a partir de pruebas establecidas por este organismo, además de que la UNESCO se pliega a los preceptos de la sociedad de la información y la infordiversidad que postulan los poderes fácticos del mundo, esto es, los dueños de la economía mundial.
Como consecuencia de esta situación de cambio que aún vivimos, los sujetos buscan agremiarse para reducir la incertidumbre, o bien desean creer que existen las capacidades creativas de las multitudes que pontifica la ideología de la Web 2.0., o las débiles promesas que aún se dicen sobre los nativos digitales.
En otras palabras, dado que los bibliotecarios trabajan en situación de dependencia de las fuerzas culturales, políticas y sociales prevalecientes, y si esperan seguir recitando que sirven fielmente a los usuarios, es determinante que se lleve a cabo la reflexión que sugiere Franco.
Constatamos que el mundo de los bibliotecarios es cada vez más y más raro debido a sus contradicciones internas y al fracaso de sus ideologías. Un par de ejemplos nos pueden ilustrar:
  • La IFLA (Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias) tiene dos secciones muy singulares:
La Sección de Alfabetización Informativa, que tiene como propósito primordial el fomento de la cooperación internacional en el desarrollo de la alfabetización informativa en todo tipo de bibliotecas e instituciones de información, entendiendo que la alfabetización informativa es la adopción de un comportamiento adecuado de la información para identificar, a través de cualquier canal o medio, información adecuada a las necesidades de información, que conduzca a un uso entendido y ético de la información en la sociedad.
La Sección de Alfabetización y Lectura, que proporciona un punto focal para la promoción de la lectura y la alfabetización en las bibliotecas; así como la integración de las actividades de investigación en lectura y desarrollo de la lectura en los servicios bibliotecarios para todos los ciudadanos.
¿Por qué separar la alfabetización y la lectura de la alfabetización informativa en la biblioteca? Según uno de los creadores de la primera sección, están separadas porque operan en dos secciones distintas de la IFLA, así de simple. Pero, ¿la alfabetizaciòn informativa no presupone la alfabetización y la lectura? Si, aunque  las cosas son así en IFLA.
  • Sloterdijk apuntó que la lectura aún constituye, modestamente, una potencia educadora de hombres, y que la selección de los textos determina la forma como se realiza, por lo que siempre entra como el poder oculto tras el poder. En este sentido, Meneses Tello y Licea de Arenas afirmaron que "la selección se contamina cuando la libertad de seleccionar títulos por parte de las comisiones de biblioteca, de los usuarios o de los bibliotecólogos, se ve coartada en virtud de que la libertad de leer se encuentra continuamente bajo ataque, tanto por parte de algunos grupos privados como de las autoridades públicas que se empeñan en evitar libros polémicos u ocultar información que comprometa el poder de la clase dominante o grupo hegemónico".
Todo esto conlleva a que Franco tiene razón de extrañarse, pues los bibliotecarios tenemos un problema muy complejo que no se resuelve considerando a los usuarios como clientes y/o concibiendo las bibliotecas como negocios culturales.
Las contradicciones son un tipo de problema muy frecuente en el mundo bibliotecario, y más allá de sonreír o llorar cuando los encontramos, debemos hacer un esfuerzo por comprender lo que ocurre, y no sólo ponerse la máscara de ingenuidad y conducirnos con el laissez faire de siempre.
Este problema es tan rico, amplio, complejo e interesante, que lo volveremos a tratar, pero en partes.

Bibliografía
Franco, C. (2012). Los recitadores de la ley: A propósito del silencio de la Bibliotecología frente a las Normas para el parque humano de Peter Sloterdijk. 25 h. Localizado: 20 mayo 2017. En: http://eprints.rclis.org/29141/1/recitadores-de-la-ley-camilo-franco.pdf
IFLA (2017). Information Literacy Section. Localizado: 21 mayo 2017. En: https://www.ifla.org/information-literacy
IFLA (2017). Literacy and Reading Section. Localizado: 21 mayo 2017. En: https://www.ifla.org/literacy-and-reading
Meneses Tello, F.; Licea de Arenas, J. (2005). El problema ideológico de la selección-eliminación-destrucción de libros y bibliotecas. Ciencias de la información, 36(2), p. 65-71.
Sloterdijk, P. (2006). Normas para el parque humano: Una respuesta a la Carta sobre el humanismo de Heidegger. Traducción de Teresa Rocha Barco. 4a edición. Madrid: Siruela. Biblioteca de ensayo; 11. Serie menor.

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