Con el surgimiento y posterior desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), muchos nos hemos asombrado por el rápido auge terminológico que ocurre a nuestro alrededor para nombrar los nuevos fenómenos que aparentemente se están descubriendo. Y digo que es aparente, pues en cuestión de los conceptos y los referentes correspondientes es donde esos términos no acaban de amarrar un significado.
De esta manera, términos como “brecha digital”, “infopobreza”, “infoestética”, “infoética”, “infodiversidad”, “infoxicación”, “calidad de la información”, “propiedad o apropiación del conocimiento”, “habilidades o competencias informativas”, “usabilidad” y otras decenas de términos, son materia de asociación, discusión, exaltación y manoseo diario por los estudiosos y especialistas. Un aspecto importante de todo este movimiento, son los conceptos que se quieren asociar con esos términos, ocurriendo que a veces no hay acuerdo entre las distintas reflexiones que se realizan, aunque los sucesivos intentos vienen a enriquecer el campo de la información, pues todavía hay una carencia de acuerdos en materia de muchas ideas. De esta manera, parece que el camino a seguir consiste en primero fijar algunas nociones operativas para poder avanzar en el conocimiento de los fenómenos.
Con la emergencia de nuevos términos, se apunta al surgimiento de conceptos que pueden corresponder a aspectos de la realidad que antes no se habían notado, pero que siempre estuvieron ahí, o que bien sólo pudieron verse hasta que los evidenció la práctica con las tecnologías.
A modo de ejemplo, tenemos que con el inicio del milenio se empezó a divulgar el término “infopobreza” en los países desarrollados. De esta manera, en la página que anuncia la IX Conferencia Mundial sobre Infopobreza, organizada por el Observatorio para la Cultura y la Comunicación Audiovisual (OCCAM) y que fue realizada en marzo de este año, se dice que infopobreza “es una plataforma común dirigida al combate de la pobreza a través del uso innovador de las tecnologías de la información y la comunicación, con capacidad para proporcionar servicios de banda ancha como telemedicina, educación en línea, gobierno digital, etc., a comunidades en desventaja” (Observatory…; 2009). En relación a este organismo, el Presidente de la OCCAM, al referirse en una conferencia al Programa de Infopobreza que lleva su organización, hizo mención a que también se le llama “de integración digital” (Saporito; 2003).
Encontramos otro concepto en el sitio del Instituto de Infopobreza, del Colegio de Educación Continua de la Universidad de Oklahoma, donde se define este término como la “falta de acceso a información básica que reforzará a los individuos y las comunidades para que mejoren sus circunstancias” (Infopoverty Institute; 2005).
Tenemos así estas tres propuestas, en las que encontramos las siguientes nociones distintas para la infopobreza:
1. Plataforma común dirigida al combate de la pobreza.
2. Integración digital.
3. Falta de acceso a la información básica.
Alguien puede decir que estos tres conceptos se refieren a lo mismo visto desde distintos ángulos, sobre todo si los consideramos desde una perspectiva democratizadora que promueva el uso de las TIC. Sin embargo, un acercamiento nos permite notar que el primer concepto se refiere a una entidad u organización, el segundo a la misión de un programa y el tercero a una dificultad que se debe resolver.
Observamos también que al clasificar estos conceptos como medios o fines, ubicaríamos el primero y el último indicando medios, en tanto que el segundo sería un fin. Además, al ver la primera definición, notamos que la integración digital (segundo concepto) sería un medio para su logro, siempre que entendamos que significa lo mismo que el uso de las TIC.
Debemos aclarar que en torno a estos conceptos realizan trabajos varias organizaciones internacionales, que al respecto dan cabida a múltiples expresiones, acciones y experiencias en todo el mundo. Asimismo, en relación a las nociones asociadas al término “infopobreza” existe una amplia discusión que se ramifica hacia otros términos, como los de “brecha digital”, “calidad de la información”, o de “infodiversidad”, al tiempo que sigue generándose nueva terminología.
Las acciones vinculadas con el término “infopobreza” tienen que ver con el establecimiento de generadores de energía con fuentes alternas en zonas rurales marginadas, con la telefonía rural, con el acceso a los medios masivos de comunicación escritos, electrónicos y audiovisuales, con la capacitación para desarrollar habilidades técnicas y manejar la información correspondiente, con el desarrollo de fuentes de información local, y sobre todo con la disponibilidad de equipos y conectividad para tener acceso a la Internet.
¿Existía la infopobreza antes de este término? ¿Qué información utilizaban los pobres? ¿Qué información requerían? ¿Se veían sometidos a carencias de información que tal vez podríamos llamar “pobreza informativa”? ¿La “pobreza informativa” sería lo mismo que la “infopobreza”? ¿La información realmente puede, por sí misma, servir para que los pobres dejen de serlo? ¿El término “infopobreza” es sólo una moda que aún no termina? ¿El término “infopobreza” es relativo a una sociedad o cultura en particular, o tiene un alcance universal? ¿El término “infopobreza” corresponde a una estrategia capitalista que sólo se refiere a acciones de infraestructura para generar nuevos mercados?
Hay más preguntas que respuestas en relación a este término que tomamos como ejemplo, y varias de ellas apuntan a interesantes problemas de investigación que podríamos estudiar en distintos ámbitos: Por ejemplo, en la biblioteca pública rural, en la que se ubica en zonas urbanas marginadas, o la que sirve a comunidades indígenas, quizá la biblioteca que atiende a comunidades vulnerables, o la que se encuentra en zonas devastadas por la explotación de sus recursos naturales y por la contaminación.
Bibliografía
Infopoverty Institute. (2005). Recuperado: 24 mayo 2009. En: http://infopoverty.ou.edu.
Observatory for Cultural and Audivisual Communication. (2009). Infopoverty. Recuperado: 24 mayo 2009. En: http://www.infopoverty.net.
Saporito, P. (2003). Palabras del Arq. Pierpaolo Saporito. Recuperado: 24 mayo 2009. En: http://www.iglesiaeinformatica.org/5-3-Pierpaolo%20Saporito%20corr.pdf.
De esta manera, términos como “brecha digital”, “infopobreza”, “infoestética”, “infoética”, “infodiversidad”, “infoxicación”, “calidad de la información”, “propiedad o apropiación del conocimiento”, “habilidades o competencias informativas”, “usabilidad” y otras decenas de términos, son materia de asociación, discusión, exaltación y manoseo diario por los estudiosos y especialistas. Un aspecto importante de todo este movimiento, son los conceptos que se quieren asociar con esos términos, ocurriendo que a veces no hay acuerdo entre las distintas reflexiones que se realizan, aunque los sucesivos intentos vienen a enriquecer el campo de la información, pues todavía hay una carencia de acuerdos en materia de muchas ideas. De esta manera, parece que el camino a seguir consiste en primero fijar algunas nociones operativas para poder avanzar en el conocimiento de los fenómenos.
Con la emergencia de nuevos términos, se apunta al surgimiento de conceptos que pueden corresponder a aspectos de la realidad que antes no se habían notado, pero que siempre estuvieron ahí, o que bien sólo pudieron verse hasta que los evidenció la práctica con las tecnologías.
A modo de ejemplo, tenemos que con el inicio del milenio se empezó a divulgar el término “infopobreza” en los países desarrollados. De esta manera, en la página que anuncia la IX Conferencia Mundial sobre Infopobreza, organizada por el Observatorio para la Cultura y la Comunicación Audiovisual (OCCAM) y que fue realizada en marzo de este año, se dice que infopobreza “es una plataforma común dirigida al combate de la pobreza a través del uso innovador de las tecnologías de la información y la comunicación, con capacidad para proporcionar servicios de banda ancha como telemedicina, educación en línea, gobierno digital, etc., a comunidades en desventaja” (Observatory…; 2009). En relación a este organismo, el Presidente de la OCCAM, al referirse en una conferencia al Programa de Infopobreza que lleva su organización, hizo mención a que también se le llama “de integración digital” (Saporito; 2003).
Encontramos otro concepto en el sitio del Instituto de Infopobreza, del Colegio de Educación Continua de la Universidad de Oklahoma, donde se define este término como la “falta de acceso a información básica que reforzará a los individuos y las comunidades para que mejoren sus circunstancias” (Infopoverty Institute; 2005).
Tenemos así estas tres propuestas, en las que encontramos las siguientes nociones distintas para la infopobreza:
1. Plataforma común dirigida al combate de la pobreza.
2. Integración digital.
3. Falta de acceso a la información básica.
Alguien puede decir que estos tres conceptos se refieren a lo mismo visto desde distintos ángulos, sobre todo si los consideramos desde una perspectiva democratizadora que promueva el uso de las TIC. Sin embargo, un acercamiento nos permite notar que el primer concepto se refiere a una entidad u organización, el segundo a la misión de un programa y el tercero a una dificultad que se debe resolver.
Observamos también que al clasificar estos conceptos como medios o fines, ubicaríamos el primero y el último indicando medios, en tanto que el segundo sería un fin. Además, al ver la primera definición, notamos que la integración digital (segundo concepto) sería un medio para su logro, siempre que entendamos que significa lo mismo que el uso de las TIC.
Debemos aclarar que en torno a estos conceptos realizan trabajos varias organizaciones internacionales, que al respecto dan cabida a múltiples expresiones, acciones y experiencias en todo el mundo. Asimismo, en relación a las nociones asociadas al término “infopobreza” existe una amplia discusión que se ramifica hacia otros términos, como los de “brecha digital”, “calidad de la información”, o de “infodiversidad”, al tiempo que sigue generándose nueva terminología.
Las acciones vinculadas con el término “infopobreza” tienen que ver con el establecimiento de generadores de energía con fuentes alternas en zonas rurales marginadas, con la telefonía rural, con el acceso a los medios masivos de comunicación escritos, electrónicos y audiovisuales, con la capacitación para desarrollar habilidades técnicas y manejar la información correspondiente, con el desarrollo de fuentes de información local, y sobre todo con la disponibilidad de equipos y conectividad para tener acceso a la Internet.
¿Existía la infopobreza antes de este término? ¿Qué información utilizaban los pobres? ¿Qué información requerían? ¿Se veían sometidos a carencias de información que tal vez podríamos llamar “pobreza informativa”? ¿La “pobreza informativa” sería lo mismo que la “infopobreza”? ¿La información realmente puede, por sí misma, servir para que los pobres dejen de serlo? ¿El término “infopobreza” es sólo una moda que aún no termina? ¿El término “infopobreza” es relativo a una sociedad o cultura en particular, o tiene un alcance universal? ¿El término “infopobreza” corresponde a una estrategia capitalista que sólo se refiere a acciones de infraestructura para generar nuevos mercados?
Hay más preguntas que respuestas en relación a este término que tomamos como ejemplo, y varias de ellas apuntan a interesantes problemas de investigación que podríamos estudiar en distintos ámbitos: Por ejemplo, en la biblioteca pública rural, en la que se ubica en zonas urbanas marginadas, o la que sirve a comunidades indígenas, quizá la biblioteca que atiende a comunidades vulnerables, o la que se encuentra en zonas devastadas por la explotación de sus recursos naturales y por la contaminación.
Bibliografía
Infopoverty Institute. (2005). Recuperado: 24 mayo 2009. En: http://infopoverty.ou.edu.
Observatory for Cultural and Audivisual Communication. (2009). Infopoverty. Recuperado: 24 mayo 2009. En: http://www.infopoverty.net.
Saporito, P. (2003). Palabras del Arq. Pierpaolo Saporito. Recuperado: 24 mayo 2009. En: http://www.iglesiaeinformatica.org/5-3-Pierpaolo%20Saporito%20corr.pdf.
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