miércoles, 1 de abril de 2020

72. MAKERSPACES EN BIBLIOTECAS

Entre los modelos que se han desarrollado para renovar la misión de la biblioteca (vid. entrada 53, sobre los modelos), desde el año 2011 se propone el llamado makerspace, que en español bien podemos denominar "espacio de trabajo en colaboración" -por lo que enseguida usaremos para referirlo la abreviatura ETC, coincidiendo como vemos con la de nuestro etcétera-, mismo que se quiere volver sustantivo para designar aquello que antes se tenía como servicios culturales, de ayuda en tareas, educativos, de educación para la vida, de capacitación para el empleo, de emprendedurismo, e incluso para varios servicios de extensión.
El concepto amplio de ETC surgió seis años antes, en 2005, y consiste en que grupos de personas se reúnan en una instalación física, virtual o mixta para usar los recursos y herramientas disponibles y accesibles para llevar a cabo un fin determinado, que puede ser crear algo nuevo, explorar algo de interés, o aprender algo.

Modelo del Espacio de Trabajo en Colaboración. Elab. propia.

Los ETC parecen tener antecedentes en los hackerspaces, los Fab Labs, y podemos notar mucha semejanza con los hubs, tales como el Impact Hub Oaxaca o el Telmexhub de la Ciudad de México.
En el ETC hay un facilitador que opera a partir de políticas, planes, procedimientos, reglas y normas establecidos, y es quien permite usar en formas lícitas,  y a menudo predeterminadas, los recursos y las herramientas que se tienen dispuestos y accesibles.
El facilitador y las personas solicitantes convienen lo que van a hacer y aquel les permite el acceso, pudiendo primero poner al tanto las reglas que deben cumplirse en la instalación con todo su haber. En ocasiones, las formas como deben realizarse las actividades están condicionadas en los procedimientos o por los recursos y herramientas disponibles.
Estos recursos y las herramientas deben ser los adecuados a los fines que se quieren lograr, y las herramientas pueden tener un fuerte componente tecnológico, incluso con lo último en dispositivos útiles para lo que se proponga realizar.
El resultado esperado es una experiencia valiosa e innovadora para cada grupo, en la que se desea el logro de los fines que se hayan propuesto.
En lo general, se aplica tal cual este modelo en las bibliotecas presentándolo como un nuevo servicio, y a menudo como una nueva cara de la biblioteca, aunque como vimos antes han existido en ellas, desde hace varias décadas, otras opciones de servicios que ahora parecen incluirse en el concepto de ETC.
De esta manera, las sesiones de dibujo, pintura o escultura, de bordado y tejido, de capacitación en algunos oficios, así como algunos juegos de mesa, o clases de baile, de habilidades comunicativas, de ventas, de emprendedurismo, de primeros auxilios, de atención a adultos mayores, de educación cívica o electoral, y otros muchos servicios se han brindado en las bibliotecas desde antaño.
Según Theresa Willingham (2017), el ETC es un hub comunitario que sirve para las bibliotecas que buscan rediseñar o reutilizar el espacio del que disponen, o desarrollar una programación creativa y práctica de actividades de saber-hacer.  Para establecer un ETC, se deben:
  1. Realizar sesiones de descubrimiento con las partes interesadas, tanto para ubicar espacios así como programas que interesaría desarrollar a la comunidad.
  2. Revisar y evaluar los espacios existentes para determinar su rentabilidad y facilidad de uso, así como su diseño y desarrollo para posibilitar la realización de las actividades programadas.
  3. Mapear los activos para desarrollar el quehacer de las asociaciones comunitarias dentro de las actividades programadas.
  4. Presupuestar, planear y considerar la gestión de los riesgos .
  5. Capacitar a los responsables del ETC.
  6. Operar y supervisar las actividades programadas.
  7. Documentar las diferentes actividades que se realicen.

Página de inicio de Makerspaces.com.
Pero, ¿por qué se necesita nombrar el conjunto de esos servicios veteranos con una denominación nueva y única? Señalamos antes que se hace para destacar esta denominación como el modelo que debe ser paradigma para las bibliotecas que pretendan mantenerse en funcionamiento.
Sin embargo, Crawford Barniskis (2015) ha señalado dos grandes problemas que entraña este modelo para la biblioteca pública, aunque por su naturaleza podrían bien extenderse a otros tipos de bibliotecas.

A) El fuerte respaldo que tiene de empresas dedicadas a la producción, distribución y venta de tecnologías de la información y la comunicación, las cuales imponen discursos  con tres características:
  • Hacer específico-de-género, que suprime actividades consideradas femeninas por no ser útiles ni generar ganancias.
  • Dirigido a ganancias económicas, esto es, con un enfoque de negocios.
  • Determinismo tecnológico, con énfasis en el uso de las impresoras 3D.
B) Las personas son asumidas como receptoras pasivas, dependientes y dispuestas a usar lo que ofrecen los ETC, en las formas en que se les presentan.

Podemos agregar a estos problemas un tercero, consistente en la frontera que se pretende mantener entre el acceso y el uso, pues en teoría el bibliotecario sólo debería permitir el acceso a los recursos y las herramientas, y vigilar que su uso sea lícito. Sin embargo, el hacer permitido está condicionado ideológicamente por las tres características discursivas que antes se mencionaron, lo cual lleva a que este facilitador intervenga en los usos posibles, necesariamente alterando el curso del hacer del grupo de personas.
En otro nivel de generalidad, el ETC plantea con otra cara el problema toral de la misión de la biblioteca, que sigue intentando determinarse en un mundo cambiante y veleidoso, de amores líquidos -como diría Bauman- en el que no hay asidero y la única constante es el cambio.
Antes habíamos tratado el problema de la misión de la biblioteca (vid. entrada 21, sobre la misión), y deberemos seguir abordándolo por ser asunto complicado, invadido de distintos intereses y presente en muchas latitudes.

Bibliografía
Crawford Barniskis, S. (2015). Metaphors of privilege: Public Library Makerspace Rhetoric. iConference 2015 proceedings. Localizado: 1 abr. 2020. En: https://www.academia.edu/12046736/Metaphors_of_Privilege_Public_Library_Makerspace_Rhetoric
Impact Hub Oaxaca. (2020). Impact Hub Oaxaca. Localizado: 1 abr. 2020. En: http://huboaxaca.com.mx
Telmex. (2020). Telmexhub. Localizado: 1 abr. 2020. En: https://telmexhub.org/
Willingham, T. (2018). Library makerspaces: the complete guide. With contributions by Chuck Stephens, Steve Willingham, Jeroen De Boer. Lanham : Rowman & Littlefield.